Cada partido o espacio tiene su “formulita” para hacer política.
Algunos son más cautos, otros más viscerales. Unos más progresistas, otros más conservadores. Pero lo que la mayoría de los sectores saben y tienen entendido es que hay que cuidar al “líder” en situaciones complicadas y no exponerlo si no es necesario.
En Unidad por Chascomús, esto último, parece no respetarse. Y el pasado jueves 26 de octubre se pudo verificar en su máxima expresión.
Si bien es cierto que todo el Ejecutivo en su conjunto, el intendente, secretarios, subsecretarios y concejales funcionan (con chispazos internos) en bloque y de manera casi “sectorial”, cosa que, a nuestro entender no era necesario exponer al jefe comunal a una interpelación y a sentarse en un lugar en el que no debería haber estado.
Por el desgaste lógico, porque viene de un fin de semana con derrota electoral y con dos años por delante de mandato. Porque justamente pensando en el 2019, Gastón es el único candidato del oficialismo capaz de retener la intendencia.
A decir verdad, una vez más desde su arrogancia y luego de la negativa de Marcela Arias de asistir al Concejo por tener “compromisos con anterioridad” e intentar contestar por el canal “favorito”, la fan page de Facebook, en donde esbozaron una respuesta de la secretaria de salud.
Preguntas que surgen: ¿No era más fácil reprogramar la fecha para que Arias vaya al Concejo sin relatar unilateralmente lo que se hace y cómo? ¿No era mejor idea resguardar al intendente y que quién debe hacerse cargo de dar las respuestas lo haga? ¿No era una buena idea proteger al jefe comunal?
En fin, respuestas que solo tienen los “verdes” puertas adentro y que seguramente ellos deben pensar que es lo mejor, salvar la cabeza de Arias exponiendo la de Javier Gastón.