En el marco del conflicto entre el Ejecutivo y los profesionales del Hospital, uno de los momentos más destacados de la interpelación al intendente fue el momento en el que el director del Hospital, Jorge Pablo Rodríguez, tomó la palabra.

Vale aclarar que se trata de uno de los profesionales más respetados de la ciudad, dentro y fuera del establecimiento y sus lágrimas demuestran una de las pequeñas luces de esperanza hacia una salida en este conflicto.

Entre tanta tensión que había en el recinto, el director del Hospital esbozó: “todos juntos debemos trabajar en esto, unidos es la forma de logara una solución”.

Y al momento de hablar de los esfuerzos que hacen los médicos, enfermeras y todo el equipo del Hospital, dijo: “hacemos lo mejor que podemos” y no pudo terminar por el llanto que se apoderó de él y el aplauso de todos se hizo sentir más fuerte que en toda la jornada.

Desde el sector de los profesionales, le gritaban “doctor Rodríguez usted es una excelente persona y gran profesional”; “gracias doc”; “doctor usted entiende los reclamos, gracias por su apoyo”.

En fin, situación más que difícil la del titular del nosocomio, sentado al lado de la doctora Arias, ocupando el lugar del Ejecutivo aunque interiormente hubiese querido estar del lado de la barra con sus compañeros.

Y como lo dijo la concejal Claudia Perez Cazal: “¿No les parece raro que mientras ustedes hablan (en relación a Gastón y Arias) el director del Hospital tiene siempre la cabeza gacha? ¿No les hace ruido?”.

Las lágrimas de alguien como Jorge no merecen explicación, son cuestiones simbólicas que hablan por sí solas y destacan el profesionalismo de una excelente persona que hasta en los momento más difíciles aflora su gen de buena gente.