En esta nota de Infobae se refleja una problemática que afecta a la población mundial y los chascomunenses no estamos exentos, por lo que requiere un tratamiento intenso en el sistema de salud local.
A continuación, la publicación completa:
Infobae accedió en exclusiva al último informe estadístico del Observatorio de la Deuda Social argentina de la UCA que midió y sistematizó la salud mental y emocional de los argentinos. La investigación mostró además un aumento del malestar psicológico de la población. Qué indicó sobre los otros aspectos de la salud.
Sobre el clamor de poner en el centro de la escena el debate sobre la salud mental en la Argentina hay consenso entre cada uno de los eslabones que integran este ecosistema: pacientes, familiares, expertos psi, sistema de salud público y privado, especialistas en derecho, entre otros. A esta idea profundamente transformadora se suma el canto de época sobre no estigmatizar ni a los pacientes, ni a los temas alrededor de la salud mental.
Hay que saber que los problemas de salud mental serán la principal causa de discapacidad en el mundo en el año 2030 y que 1 de cada 4 personas tendrá un trastorno mental a lo largo de su vida.
Los trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias (reflejados en el acrónimo MNS) se han generalizado en América Latina y el Caribe. Estas afecciones representan cerca del 20 % de la carga total de discapacidad, y solamente las superan las enfermedades crónicas no transmisibles, entre ellas, las enfermedades cardiovasculares o la diabetes.
La Universidad Católica Argentina (UCA) hizo un aporte sustancial a los pendientes que aún tiene la salud mental en la Argentina y la región, al medir, cuantificar y sistematizar cifras sobre la salud mental y emocional de los argentinos. Así lo demostró el más reciente estudio sobre bienestar subjetivo de los habitantes de zonas urbanas de Argentina realizado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) - Barómetro al que tuvo acceso Infobae en forma exclusiva; y que vino a cuantificar y a buscar claves interpretativas del deterioro del bienestar de los ciudadanos en la pospandemia por COVID-19.