En la jornada de este lunes, alrededor de las 15, los bomberos fueron convocados para sofocar un incendio forestal en el kilómetro 5 del camino de Circunvalación.

Lo cierto es que al llegar y con el viento reinante al borde de la laguna, el fuego se propagaba con rapidez y esto dificultaba el trabajo de los bomberos, que prácticamente dentro de una selva debían hacerse lugar para ingresar.

Al ingresar al lugar para hacer las fotos, nos encontramos con unos pastizales que nos llegaban a la altura del hombro y una mugre increíble.

Bolsas de basura, guardabarros, cochecitos, paraguas, reposeras, bidones y tarros de aceite y demás, una verdadera falta de respeto a la naturaleza, de parte del vecino o los vecinos que no cuidan un lugar autóctono de la ciudad, y del municipio, que no limpia la suciedad ni corta los pastos.

Tanto era el humo, que desde seguridad urbana había dos camionetas en la avenida ordenando el tránsito, ya que hacían pasar de a una sola mano porque no se veía prácticamente nada.

“Estamos en noviembre, todavía está verde todo esto”, nos dijo un bombero, que luego afirmó: “te imaginas lo que va a ser esto en el verano”.

Desidia de los vecinos que tiran basura en cualquier parte; desidia de aquellos que seguramente con algo de intencionalidad prenden fuego en el lugar y desidia municipal por no limpiar la zona, desmalezar y controlar este basural en plena Costanera.

Un lugar plenamente turístico, ya que varios ingresan por ese sector de la Autovía 2 y van directamente a la zona de campings, encontrándose, como diría el Baby, con una entrada desastrosa que parece, y lo está, abandonada casi por completo.