Ante el aumento de la circulación y el reinicio de numerosas actividades, personal de Seguridad Ciudadana realiza operativos periódicos y disuasivos para evitar la conducción bajo los efectos del alcohol.
En los operativos de control vehicular, se analiza el estado del conductor, para lo cual se concretan testeos para determinar el consumo de alcohol que, en caso de dar positivos, dispondrá el secuestro de los rodados.
Los agentes a cargo del operativo mantendrán la distancia social en todo momento y realizarán la actividad cumpliendo con los protocolos sanitarios necesarios.
La conducción vehicular bajo los efectos del alcohol representa un grave riesgo tanto para el conductor como para terceros. De cada 100 accidentes mortales, el alcohol está implicado, de uno u otro modo, en entre 30 y 50 de ellos.
En nuestro país, el límite legal de alcohol para conducir un automóvil es de 0,5 gramos por litro de sangre, equivalente a aproximadamente dos copas y media de vino o dos latas de cerveza como máximo.
La tolerancia es menor para conductores de motos (0,2 gramos por litro).
En el caso de conductores profesionales, la tolerancia es cero.
La Ley Provincial de Tránsito prevé no sólo sanciones económicas, sino también de inhabilitación para conducir en aquellos casos de conductores con alcoholemia positiva.