Días atrás, las máquinas que se encargan del arreglo de calles de tierra o mejorado, se hicieron presentes en la calle Uruguay. En principio, la mayoría de los vecinos festejaron el arribo de maquinaria municipal para poder transitar sin complicaciones en el barrio.
Pero la sorpresa se la llevó una de las vecinas, pues cuando salió a hacer sus cosas se encontró con que le habían roto uno de los tubos que están para que corra el agua en la entrada de su garaje.
Para todo esto, ya no había quedado nadie del municipio como para hacer el reclamo en el momento, aunque seguramente se habrán dado cuenta de lo que hicieron.
La vecina, también creyendo esto, se imaginó que en los días subsiguientes alguien se acercaría para comunicarle lo sucedido y su correspondiente arreglo. Cosa que no pasó y ahora es la propietaria de la vivienda la que deberá hacer el reclamo y sentarse a esperar que le arreglen la rotura en la puerta de su propia casa.