Es conocido el impacto negativo que produce el uso inadecuado de pirotecnia que causa daños materiales a bienes públicos y privados, incendios en zonas arbóreas y campos, daños al medio ambiente y contaminación ambiental y acústica.
Se llama pirotecnia a los dispositivos que están preparados para que ocurran reacciones pirotécnicas en su interior, por combustión no explosiva de materiales, que pueden generar llamas, chispas y humos.
En las personas, genera taquicardia, temblores, falta de aire, náuseas, aturdimiento, pérdida de control, miedo, entre otros.
Por otra parte, los animales tienen una capacidad auditiva superior a la de los humanos, pudiendo escuchar sonidos que para nosotros serían imperceptibles, por lo tanto, los efectos en los animales son diversos y de diferente intensidad y gravedad; los perros suelen sentir temor y al huir pueden ser víctimas de accidentes o perderse y las aves reaccionan frente a los estruendos con taquicardias que pueden provocarles la muerte.
En este sentido, existe una ineludible necesidad de preservar la integridad física de las personas, con el fin de evitar los riesgos de accidentes y daños que produce la manipulación de la pirotecnia, no sólo por el estruendo que provocan las detonaciones en su uso, sino también por las lesiones en los ojos, quemaduras en las manos y en la cara, que suelen dejar cicatrices, hipoacusia por perforación del tímpano, entre otras.
Los bebés, los ancianos, personas convalecientes o con capacidades diferentes e hipersensitividad sensorial, como es el caso de las personas autistas, sufren consecuencias tales como miedo, estrés, palpitaciones, entre otras alteraciones.
Todos estos perjuicios deben generar una concientización de prevención, desalentando su uso, tenencia, almacenamiento, trasporte y comercialización.
En este sentido, la conducta adecuada debe modificar los hábitos nocivos en los festejos anuales agregando más creatividad y reemplazando la simplicidad de la pirotecnia por fiestas o festivales con danza, música, suelta de globos y despliegue artístico en general, lo que no sólo es más acorde al tiempo en que vivimos sino que a su vez es un elemento integrador de la población, contribuyendo a una ciudad más solidaria y saludable.