El pasado domingo 14 de abril, a las 10.30 horas, en el boulevard de Avenida Hipólito Yrigoyen y calle Caseros, tuvo lugar la celebración del Domingo de Ramos, que de acuerdo la tradición cristiana marca el fin de la cuaresma (40 días antes de la Pascua) y da inicio a la Semana Santa.
Además, se conmemora la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén arriba de un burro y aclamado por la multitud; días antes de su pasión, muerte y resurrección.
Los ramos de olivo y de palma que se utilizan en la celebración son un símbolo de la bendición de Dios, de su protección y ayuda.
Presididos los actos religiosos por el Obispo de Chascomús, monseñor Carlos Malfa, se realizó la bendición de los Ramos y se ofició la Santa Misa.
“Aprender a perdonar”
En su homilía, monseñor Malfa manifestó a la feligresía que tenían que pedir una sola gracia en esta Semana Santa: “aprender a perdonar”, agregando que es un mandato de Jesús que se olvida y está contenido dentro del Padre Nuestro.
En este marco, el Obispo que en la Pasión según San Lucas, Jesús perdona tres veces: a aquellos que lo crucificaban, a Pedro y la ladrón arrepentido.
Expresando en primer lugar “perdónalos Señor porque no saben lo que hacen”, algo que vale para todos los tiempos, llegando hasta el nuestro; después mira con dolor a Pedro el amigo y discípulo que lo traiciona, pero también con el amor de Dios queriéndolo abrazar y provocando el amargo llanto de Pedro, y finalmente perdona al buen ladrón, que había reprochado al compañero su actitud resaltando que ellos eran culpables, mas Jesús era inocente; comienza entonces en él la sanación interior, pidiéndole a Jesús que se acuerde de él cuando llegue a su reino. Jesús lo perdona y además le asegura el Reino de los Cielos.
Monseñor Malfa finalizó su homilía invitando, en Semana Santa, a tener instantes de silencio “para que la palabra de Jesús penetre en nosotros, con el acompañamiento de María, la madre de Jesús, la madre de la misericordia”.