Desde el sábado, en varios barrios las casas se fueron quedando sin agua y ante los llamados a las oficinas de obras sanitarias, la novedad era que la macromalla tenía pérdidas, por lo que se cerraron las canillas para no desperdiciar.
A su vez, oficialmente se informaba que hasta el lunes no se iba a poder arreglar.
Este lunes toda la culpa recayó en la empresa adjudicataria y aunque es la que hace la obra, desde acá nos preguntamos: ¿Era el momento hacer la conexión en vísperas de un feriado y un fin de semana?
Esto sabiendo que si había algún inconveniente iban a pasar tres días hasta que se pudiera volver a trabajar.