Por Nelson Dafoe
Cuando el reelecto intendente Javier Gastón pueda retomar normalmente sus actividades que la hernia de disco le impide hacerlo, seguramente se habrá conformado un nuevo mapa político en la ciudad, se formalizaran asunciones, finalizarán mandatos y culminaran gestiones, todo, producto del resultado electoral de octubre.
“Chapita” Gastón ha consolidado con la fuerza bruta de los votos su base de sustentación política, que no necesariamente incluye al resto de su espacio, ya todos comprobaron por allí, que sin su figura que arrastre, la realidad de Unidad por Chascomús sería otra, muy otra.
La paliza electoral que le propino a radicales y camporistas fue tal, que le permitirá llevar sin mayores sobresaltos por lo menos los próximos dos años, ya el 2021 será otra historia, por ahora insondable.
Sin embargo tanto él, como el espacio que representa, tienen algunos desafíos por delante, la gobernabilidad y la gestión, que van de la mano pero que no son lo mismo, plantean algunas incógnitas.
Según alguien con fino olfato para analizar la política vernácula, esta semana utilizaba una metáfora algo machista, pero que la inquieta tribuna femenina sabrá piadosamente disculpar:
“Chapita después del aluvión de votos, esta como ese semental superdotado, tan generosa es su virilidad que en el envión, hasta lo vuelve torpe y lo predispone a la mala praxis”, se escuchaba decir en una mesa de café. Suena razonable…
Javier Gastón y su alter ego, Cipriano Pérez del Cerro, interpretaron antes que muchos la necesidad de un anclaje nacional para aspirar el premio mayor, no se equivocaban, Sergio Massa fue la puerta de entrada al gran living del Frente de Todos, del cual según sus propias palabras y a lo Lilita Carrió en Olivos, solo los podrán sacar muertos.
Para ello, en el último cierre de lista, el bochornoso papel que hicieron tanto los muchachos de La Cámpora, como el alicaído Gabriel Macchi, sólo dieron lugar a que desde el despacho del Secretario de Gobierno se los deglutieran con tal facilidad, como lo hace un chico con una galletita de chocolate.
Desde entonces y con el despecho propio de los engañados, no han dejado de hacer zancadillas y poner piedras en el camino, lo que obligó a Gaston a una profunda charla telefónica con Massa y a otra obligada con Máximo Kirchner, desgastando así una relación que seguramente, impedirá alcanzar acuerdos serios y necesarios en el país que viene.
Así las cosas y con un radicalismo definitivamente barranca abajo, el resultado no podría haber sido otro.
Pero esta semana que entra nos encontrará a los chascomunenses siendo protagonistas, observando cómo se desconstruye y se reinventa la política local.
Habrá una nueva composición del Concejo Deliberante, con nuevas presencias y notables ausencias, esto también tendrá un correlato en el Departamento Ejecutivo, que tendrá nuevos integrantes del elenco estable de Unidad x Chascomus y una notable “desperonizacion”. Veamos.
Las versiones indican que habrá un nuevo gabinete ampliado, que se crearian entre cuatro y cinco nuevas subsecretarias, una nueva Área de Modernización y se le agregarían más funciones a otras ya existentes.
El dato, no menor, es lo que sucede por estas horas en el área de Obras Públicas, allí el todavía responsable, Alejandro “El Choco” Arias deja su lugar, será reemplazo por su segundo Sebastián Placenave y vuelve a su antiguo trabajo en La Plata, las versiones indican que no lo hace en los mejores términos.
Algo similar sucedió con Santiago Muscarello, para algunos junto con Arias y Julieta Spina, los mejores funcionarios de estos cuatro años de gestión. A Muscarello ya lo espera una silla en su empleo de ANSeS, salvo que “llame Pekerman” y ocupe algún cargo nacional.
En ambos casos, las versiones indican que ellos mismos sienten que no se les reconoce hacia adentro, lo que sí hace la gente en la calle, entienden acertadamente que sus ciclos actuales culminan, cuestión de miradas.
Quien piensa todo lo contrario respecto a los ciclos y sin lugar a dudas que se lleva el premio mayor, es el multifuncional secretario de Turismo, Leandro “El Negro” Otondo.
Una supernova se está gestando en su galaxia que cuesta entender por lo ecléctico de su composición, a Turismo, Planificacion, Comunicación y Prensa, ahora se le sumaria la creación de una nueva subsecretaria, Deportes, a cargo del todavía concejal Pablo Francese, toda una rareza.
Las versiones indican que el área de Cultura sería elevada también de rango, sería una Subsecretaría con Julieta Spina al frente, aunque no estaría muy claro si dependería de Desarrollo Social, o del Pacman Otondo, quien disfruta con el exceso de cámaras y apariciones mediáticas, mostrando una voracidad tal, que hasta algunos afirman que intentara colocar a su esposa al frente del PAMI local.
El mapa se completa con la creación de otra Subsecretaría, Modernización del Estado, producto de la jerarquización de la Dirección de Sistemas y estaría a cargo de Alejandro Calabró, aunque no se descartaba por estas horas que aterrizara allí un sobrino de Pérez del Cerro y así “todo quedaría en familia”.
La desperonizacion en marcha se ve reflejada en el retiro de Santiago Muscarello, lo reemplazara Lucas Funes con otra nueva subsecretaria a cargo de Ramiro Canggianelli, quien temina su mandato de concejal.
Pero como todo tiene una vuelta, la renuncia de Francese al Concejo permite que asuma en su reemplazo Marcelo Auzoverria, remanente de aquel acuerdo de 2015 de Unidad x Chascomús con sectores del peronismo, el “Garrafa” ya adelanto que conformaría bloque propio. Cuak.
El principal desafío político que se les presenta a esta gestión municipal es pensar de aquí a cuatro años, es evidente que Chapita Gastón es, hoy por hoy, la única figura aglutinante, el resto, es fulbito para la tribuna.
Si no prosperara la iniciativa de algunos barones del conurbano para derogar la ley que impide las reelecciones indefinidas, en Chascomús hay quienes ya estudian la cuestión y hacen cuentas, con Javier Gastón fuera de juego el panorama cambia sustancialmente.
Peronistas y radicales ya observan detenidamente, también lo hace Gastón y compañía. La designación de candidatos a concejales con cuidado recelo no fue casual, como dice un abigarrado político local, hay alguien esperando detrás de los malvones.
Dejar la presidencia de la mayor y más reconocida institución local no es un dato menor, ni gratis, la operación ya está en marcha, se llama Eduardo Vicario.