No viajó al exterior ni se enfrentó al Covid-19, pero después de dos meses de permanecer lejos de su espacio natural y en agua dulce, un ejemplar de elefante marino fue devuelto ayer a su hábitat.
Fue una larga jornada en la que además del personal de la Red de Rescate de Fauna Marina del OPDS (Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible) colaboraron veterinarios del municipio, la Secretaría de Seguridad, la de Gobierno, Servicios y el CPR Lezama.
El animal, un ejemplar hembra de elefante marino, fue liberado al final del día en la Reserva Natural Rincón de Ajó, en San Clemente del Tuyú, con la participación de guardaparques, veterinarios de la Fundación Mundo Marino e inspectores del Ministerio de Ambiente de la Nación. Cabe destacar que el equipo municipal participó de todo el trabajo de rescate que había empezado a primera hora de la mañana.
¿Cómo se realizó el rescate?
El operativo comenzó hace más de 45 días con la localización del animal por parte de la Secretaría de Seguridad y personal del CPR, que iniciaron un seguimiento y constataron que tenía un problema en uno de sus ojos pero que estaba sano. En un principio se consideró que, luego de ubicarse, podría retomar camino hacia la desembocadura del canal con el Río Salado y así volver a su espacio natural. Pero luego se constató que el animal tomaba el rumbo contrario y por eso, con el aviso de los vecinos del paraje San Gregorio –en el límite entre los partidos de Lezama y Chascomús- se rastreó al animal y se organizó su devolución al ambiente marino.
El operativo se inició pasadas las 8 de la mañana, con la coordinación del Lic. Guillermo Muñoz, un experimentado biólogo del OPDS; y un equipo local integrado por los veterinarios Marcelo Duarte y Alejandro Godoy, la Secretaria de Seguridad Pamela Ferreyra e inspectores municipales, el jefe del Comando de Prevención Rural Matias Madril y el agente Quique Olmos, el Secretario de Gobierno Carlos Firmapaz y personal de Servicios del municipio. Un agradecimiento especial al Señor Guillermo Blanco que aportó su camioneta y un transporte para caballos que se utilizó para trasladar al animal hasta la localidad de San Clemente.
Ya en el lugar y luego de más de tres horas de búsqueda hallaron al elefante marino y, a través de sonidos y bloqueos, lo fueron animando a ingresar a un canal menos profundo para poder sacarlo del agua. Así se lo colocó sobre una lona que, tomada por los extremos fue levantada por la retro del municipio utilizada como grúa. Luego el animal fue ingresado al tráiler e inició el viaje hacia la costa, custodiado por la comitiva de la Municipalidad y la Provincia.
Amanecía en los pagos de San Gregorio, en aguas del Canal 18, y luego lo hizo en Punta Rasa, un sitio de la costa atlántica que está ubicada en el extremo sur de la bahía de Samborombón y el extremo norte del cabo San Antonio, en el Partido de La Costa. Final feliz para el turismo de aventura -en plena cuarentena- de este elefante marino que, luego de este gran trabajo en equipo, ya se reunió con los de su especie.