Desde el Instituto República Chascomús advierten sobre el preocupante deterioro del bolsillo de los trabajadores durante el segundo período de gobierno del intendente Javier Gastón.
Según la investigación realizada por los equipos técnicos locales de Juntos por el Cambio, tomando como referencia la evolución de la canasta básica, la inflación acumulada, los aumentos establecidos en paritarias y la eliminación de la cláusula gatillo, es factible demostrar una notoria pérdida del poder adquisitivo del empleado municipal.
A esto se le sumaría la distorsión en el pago de beneficios sociales, con tardanzas, menores montos y menos trabajadores que los que corresponde según el Sistema Único de Asignaciones Familiares (SUAF),
Pese a las sucesivas actualizaciones y acuerdos salariales que apuntaron a recomponer el sueldo de la planta de empleados de la Municipalidad de Chascomús, lo cierto es que entre enero del 2020 y marzo del 2023 los trabajadores municipales han visto mermar sus ingresos. El dato surge de un diagnóstico elaborado por técnicos del Instituto República local, quienes compilaron en una serie de datos la información referida a los ingresos de los trabajadores y la variación de los índices de precios y de la canasta alimentaria durante ese período.
Esto se suma al sostenido retraso en el pago de los aumentos de asignaciones familiares y en la actualización de los tramos y escalas, situación que ha implicado una retracción en los ingresos de los empleados municipales en comparación con los sucesivos aumentos y refuerzos dispuestos.
Cabe recordar que el único distrito de toda la provincia de Buenos Aires que adhirió al presupuesto provincial y ajustó, en perjuicio de los trabajadores y trabajadoras municipales, los montos del Sistema Único de Asignaciones Familiares (SUAF), es Chascomús.
Así, el intendente Javier Gastón determinó que las actualizaciones de montos y tramos dejen de ser automáticas cuando las actualiza la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) para hacerlo por decreto, con demoras que, en el actual contexto inflacionario, resultan muy perjudiciales para el trabajador. Al respecto cabe señalar que por ordenanza al aprobarse el presupuesto del año en curso, se restableció dicha automaticidad, pero el Ejecutivo Municipal la vetó para fijar él, por decreto, cuándo, cuánto y quién cobra dichas asignaciones.
“Pudimos determinar objetivamente cómo, desde la eliminación de la cláusula gatillo, los sueldos municipales suben por la escalera mientras que la inflación lo hace por el ascensor. La brecha es más significativa si la comparamos con la canasta básica alimentaria, y más dolorosa aún si pensamos que una gran proporción de familias de trabajadores municipales se encuentra por debajo de la línea de pobreza, algunos incluso rozando la indigencia”, explicó el concejal Augusto Villa, coordinador del Instituto República a nivel local.
Cabe destacar que según lo informado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), los productos de primera necesidad que se computan al momento de calcular la canasta alimentaria vienen aumentando por encima de la inflación general. Esto explica por qué la brecha entre canasta y salario del empleado municipal es ligeramente mayor que la curva que grafica ingresos versus inflación acumulada.
Dicho de otro modo, la Canasta Básica Total (CBT) aumentó un 8% en marzo, con un incremento acumulado del 25,4 % en lo que va del año. De esta forma, el costo de los productos de primera necesidad para una familia tipo alcanzó los $191.228 en el tercer mes del año. Los hogares con ingresos por debajo de ese monto son técnicamente considerados “pobres”.
Asimismo, cabe recordar que a lo largo de todo el 2020 el Ejecutivo Municipal suspendió las paritarias y congeló los sueldos de la planta permanente, transitoria y política hasta el 2021. Durante ese mismo año, el Índice de Precios al Consumidor acumuló un incremento del 36,1 %. Esta decisión del intendente Gastón explica en gran parte la retracción en los salarios evidenciada en el presente informe.