El presidente Mauricio Macri recibió a la conducción del Episcopado, encabezada por el obispo de San Isidro, Oscar Ojea, y pidió la colaboración de la Iglesia para "ayudar a la cohesión social". En fuentes eclesiásticas se indicó que los obispos se mostraron predispuestos a "colaborar con su mirada de pastores y exhortaciones al diálogo", aunque no se habló de acciones ni de medidas en concreto.
El encuentro, realizado en la Casa Rosada, se prolongó durante más de 50 minutos -Macri tenía agendada después su participación en unas jornadas en la Universidad Católica Argentina (UCA)- y hubo coincidencias en la necesidad de mantener canales de diálogo con los distintos sectores políticos y sociales, tras el nuevo escenario planteado por la derrota del Gobierno en las PASO.
Según lo reseñado por el diario La Nación, los obispos valoraron el "intercambio de reflexiones sobre la delicada situación social y económica que vive nuestro país" y expresaron al Presidente "la necesidad de buscar soluciones a la grave crisis del momento actual, más allá del desarrollo del proceso electoral".
Pidieron, además, que "en este tiempo se trabaje especialmente por el bien común y privilegiando a los pobres".
Fuentes de la Casa Rosada revelaron que el Presidente ratificó a los obispos que su principal tarea, en esta coyuntura compleja, es "trabajar para cuidar a los argentinos, con gran sentido de la responsabilidad". Se interpretó esa expresión como un compromiso a comportarse más como presidente que como candidato.
También cerca de Macri confiaron que les pidió a los obispos que colaboraran con sus exhortaciones al diálogo.
"El Presidente está abocado a la tarea de generar certezas y que lo electoral no dañe a la gente", señaló uno de sus colaboradores. En ese sentido, se conversó sobre las recientes medidas económicas y sobre la preocupación común para que "el proceso electoral no afecte a los más necesitados".
Ojea concurrió a la Casa Rosada con el arzobispo de Buenos Aires y vicepresidente primero de la Conferencia Episcopal, cardenal Mario Poli, y el obispo de Chascomús y secretario general del organismo, Carlos Malfa. Fueron recibidos por el Presidente junto con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el secretario de Culto, Alfredo Abriani.