Celebramos el Día de la Soberanía Nacional, en conmemoración de la batalla de la Vuelta de Obligado.
La misma marcó un hito, mediante el cual, en aquel noviembre del año 1845, soldados argentinos repelieron la invasión del ejército anglo-francés, que pretendía colonizar los territorios de nuestro país. Pero el gobierno de Juan Manuel de Rosas, respaldado desde el exilio por el general José de San Martín, lo impidió.
Las tropas extranjeras buscaban ingresar por el Paraná. Sin embargo, las fuerzas nacionales, al mando de Lucio Mansilla, se anticiparon en un estrecho recodo de ese río: la Vuelta de Obligado, en el distrito bonaerense de San Pedro.
Aun cuando el número de fuerzas enemigas superaba ampliamente en cantidad y modernidad de su armamento a las argentinas, nuestros compatriotas no se amedrentaron y pelearon durante siete horas.
Así lograron que las tropas adversarias no pudieran ocupar las costas, y defender a país en términos de fronteras y comerciales, ya que se evitó que colocaran en el mercado los productos extranjeros desplazando a los artículos locales.
El acontecimiento sirvió para ratificar y garantizar la soberanía nacional, implicó la firma de un tratado de paz entre Argentina, Francia y Gran Bretaña, y quedó grabado en la historia como un símbolo de independencia, libertad y unidad nacional.