El jueves pasado en el Honorable Concejo Deliberante, durante la sexta sesión ordinaria, la concejal Claudia Quiroga, que había asumido ese mismo día en reemplazo ante la inesperada renuncia de Rosario Aparicio, leyó una nota que curiosamente ingresó antes de su asunción, sobre su intención de formar un unibloque que respondiera al partido GEN.

De esta manera, el bloque que sería presidido por ella misma, permitiría que los radicales sumen otro cargo político, al ya abultado personal del recinto. Además, refleja una premeditada estrategia para desequilibrar los votos en las comisiones, dándole al radicalismo dos votos en cada una de las comisiones, acto antidemocrático por donde se lo mire.

Al alertarse el resto de lo concejales de esta jugada, solicitaron pasar a un cuarto intermedio y que el tema sea tratado en la próxima comisión de labor deliberativa.

Lo llamativo es que los últimos presidentes en el HCD cambian de color político, pero los vicios siguen: la generación de cargos en el Concejo Deliberante, incluso más allá de sus excesos en el presupuesto, ya que hace años gastan más de lo que debieran. Es que es de público conocimiento que el Concejo Deliberante ya se excedió 17 millones del presupuesto en el año 2023, cuando era presidido por Ramiro Ferrante, y que, en el corriente, ellos mismos establecieron que la Municipalidad, cuya recaudación es en parte al aporte de los contribuyentes, tenga que cubrir su DÉFICIT.

Ellos piden que el Ejecutivo cubra su DÉFICIT, mientras no aprueban la rendición de cuentas de la Municipalidad que refleja EQUILIBRIO FISCAL, incluso con un SUPERÁVIT en 2023.

¿Raro? No, predecible para personas que están más concentradas en su carrera política y personal, que en generar proyectos que beneficien a los vecinos de Chascomús. Predecible para quienes manejan una falta de transparencia notable, y que ni siquiera se hacen cargo de publicar las novedades en la página del HCD.

No cambian más, la oposición representa los vicios de la vieja política.