En este año y poco más de nueve meses, el Ejecutivo municipal se ha encargado de ejercer un sistema recaudatorio, casi extorsivo, por sobre los vehículos de la ciudad, sobre todo apuntado a las motos.

Y, a pesar de que en muchos casos, la razón estaba del lado de los propios vecinos, el juez de faltas o los propios inspectores hacían oídos sordos y seguían adelante con su procedimiento, en varias ocasiones inentendible e inexplicable.

El caso que se produjo este miércoles 16 de agosto fue uno de los que marca el límite, entre recaudar a como dé lugar o el simple ordenamiento del tránsito.

Una vecina, de nombre Flor, explicó lo sucedido a través de sus redes sociales:

"Y así es como se aprovechan de la gente.

Yo: ¿Qué pasó?

Ellos: Nos llevamos secuestrada la moto por infracción en la vía pública

Yo: ¿Cuál es la infracción?

Ellos: El caño de escape

Y así me cagaron la existencia, porque me muevo para todos lados en moto, desde mi trabajo hasta mi entrenamiento.

Pedazos de mierda, ojalá les vuelva toda la maldad que hacen".

La moto estaba estacionada en la puerta del trabajo de esta vecina y al pasar por el lugar, los inspectores le hicieron sacar el candado, que tenía puesto por seguridad, y luego procedieron al secuestro del rodado.

Un abuso más de la máquina de recaudar de la gestión Gastón.