El reconocido pediatra Antonio Morilla expresó su preocupación por la considerable baja en la concurrencia a los servicios de pediatría.

El facultativo e integrante de la Sociedad Pediátrica Argentina, señaló en declaraciones a Radio Uno FM que “hay una declaración de la Sociedad Argentina de Pediatría sobre la falta de controles, es verdad que cambió nuestra rutina, pero las mujeres han dejado de hacer sus controles de embarazos para evitar riesgos”, agregando además en ese mismo sentido que “también aumentaron las cesáreas innecesarias y no se lleva a los chicos al control pediátrico durante el primer año de vida, algo muy importante no sólo por su crecimiento sino también para fomentar la lactancia, sobre todo en este tiempo de crisis”.

El pediatra chascomunense y especialista en lactancia materna, comentó “se debe controlar la alimentación complementaria a la edad que corresponde, ver las pautas de desarrollo de un niño, y completar los esquemas de vacunación que han caído por debajo de los valores históricos”.

Por otra parte, Morilla resaltó la importancia del resto de los controles pertinentes, manifestando la importancia respecto del “fondo de ojos y otros que no pueden esperar más tiempo y que han disminuido preocupantemente”, afirmando que “hoy la salud pública ocupa camas con gente con patologías preexistentes que no hicieron los controles correspondientes”.

Al explicar los motivos por los cuáles se ha generado esta situación, el Pediatra sostuvo que “los padres tienen miedo que los chicos se enfermen, pero los chicos son menos cantidad que los adultos y la posibilidad de contagio es menor tomándose los recaudos preventivos”, considerando en ese sentido que “un sarampión, varicela o una simple gripe, el chico se los contagia mucho más fácilmente si no está vacunado”.

Finalmente, el doctor Morilla destacó sobre la sensación de miedo ante el virus que “creo que el temor es lo que ha generado esta situación, el temor de asistir a unidades sanitarias, pero hay que pensar que por ejemplo en Chascomús aún hay poca circulación del virus”, volviendo a resaltar sobre la importancia de los controles a bebés y niños que “el primer control no más allá de los cinco o siete días de haber nacido promoviendo la lactancia materna, en el primer mes dos controles al menos, y luego un control mensual si el chico es sano, al sexto mes el control para indicar la alimentación complementaria oportuna”.